Llegó otro domingo y con él, el esperado número de Historia Ilustrada de… #4. No podíamos esperar a ver que clases de sorpresas nos deparaba este número. Esta vez nos vienen echando el cuento de la toma de la ciudad de Panamá por el infame pirata Henry Morgan. Esta serie no nos ha decepcionado porque sigue dándonos vitaminas de sabiduría, que nos dejan gratas impresiones y fortalece nuestro bagaje cultural.
Guión: Creo sin duda alguna que, en guión, este ha sido el que más fácil se me ha hecho leer y el que más he disfrutado. Mezcla adecuadamente los hechos históricos con una narración creativa, llena de inventiva y hasta graciosa en ciertos momentos. Tiene aventura, comedia, emoción y un gran villano. Básicamente no podemos desligar este personaje del pirata Morgan de la historia, pero dan en el blanco al no incurrir en el error de llamarle a este episodio Historia Ilustrada del Pirata Morgan, ya que eso sería enaltecer a un villano que causó mucho dolor en el haber patrio. La narración nos hace reír, pensar, reflexionar y sobre todo aprender. Es tan efectiva que obligatoriamente tienes que terminar la historia una vez empieza (me pasó, le iba a echar una «ojeada» y no pude parar de leerla).
Arte: Tengo que aceptar que este es el ejemplar más trabajado por Wong. Aporta mucho de su talento al éxito de este número ya que plasma con detalle lo que narra el guión. Ya no vemos tanta repetición de «copy & paste» (solamente en unos cuantos animales y barcos). Me impresionó ver como rellenaba viñetas de personajes, ya sea de una perspectiva amplia como la escena de las canoas con los lagartos, que me encanto por su sencillez pero a la vez le daba a cada personaje un detalle diferente, la viñeta de «hombres al agua» – excelente, o la viñeta en la última página de Morgan en la corte inglesa, en que cada uno de los nueve personajes es único. Así mismo vemos que el equipo de artistas de Wong-Arrocha tiene la oportunidad de dibujar en este ejemplar mucho más mujeres y niños que describen de una manera hermosa. Debo extenderme para aplaudir la dedicación que esta vez imprimen a los gestos de los personajes que tienen mucha más expresión facial que los anteriores, lo que hace que el guión-arte se integre totalmente.
Por otra parte, me parece que las actividades siguen dando en el clavo, pues proponen soluciones creativas que los muchachos llevarán a cabo con mucho ánimo sin aburrirlos, llevándolos así a aprender. Inclusive los patrocinadores (Nestlé) aportan muy buenos datos históricos en su publicidad. Solamente (y se que hubiera sido demasiado pedir pues su formato no lo permitiría y en realidad sería como un capricho mío) me hubiera encantado que exaltaran la figura del compositor veragüense Ricardo Fábrega con una actividad que ocupara la canción «Panamá Viejo».
VEREDICTO: cada vez APRENDO se supera más y más a si mismo. Espero que las escuelas estén apreciando este esfuerzo tan positivo que nos están aportando. Este ha sido sin duda alguna el que más me ha gustado hasta ahora (probablemente haya dicho esto mismo cada semana, pero es así). Reflejó perfectamente la ambición de riquezas que tenía un pirata sobre todas las cosas, pisoteando a cualquiera que se le pusiera en su camino, fuera amigo o desconocido. También nos hace pensar que efectivamente la historia la narran las pueblos como quieren, pues muchas veces el que es un héroe para unos resulta ser el más grande de los villanos para otros. Ambos pulgares arriba para APRENDO y LA PRENSA.
Y ustedes allá afuera que lo han leído ¿qué opinan?
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