Quiero mover el bote
Quiero mover el bote
¿Te gusta? ¡Mueve!
Regresan los animalitos del Zoológico Central en NY, con esta nueva película llena de clichés que nos hacen reír aunque no queramos. Más sobre la película después del salto.
La película inicia con la pegajosa canción cantada por nuestros amigos que se van de Madagascar en el viejo avión con la ayuda de los ingeniosos pingüinos y del Rey Julián. Después de un divertido despegue vemos como se estrellan y terminan en Africa al terminarse el combustible del avión.
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A todo esto Alex el León descubre a su familia – que lo creía muerto – y ve con asombro que su padre es el Rey de la reserva. Un león se aprovecha de la llegada de Alex y conspira para que los expulsen de la manada al tiempo que los demás personajes comienzan a interactuar con ejemplares de su misma especie.
Mientras tanto los problemas comienzan, ya que los pingüinos necesitan piezas para reparar el avión y se están robando los carros turísticos para este fin, pero la cosa se complica aún más cuando la abuelita que había maltratado a Alex en el metro de Madgascar 1, Nana, aparece y no se quiere dejar dominar por la selva.
Al final, Alex convencerá a su padre de que ser diferente no es malo y salvara a toda la selva de la sequía. La película es tan cliché que termina con una boda.
Veredicto
La película está llena de clichés y en cierto sentido no es nada original, pero una buena animación y chistes bien colocados nos hacen esbozar una sonrisa durante toda la película. Aunque en general la primera parte me parece superior, esta película hizo lo que debía hacer que es recoger buco (bastante) dinero. Además hay cosas mucho más ilógicas que en la primera película, pero todo forma parte de la diversión. Como siempre los pingüinos la botan. Buena película para ver con toda la familia (pero solamente una vez).
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