Si Leslie Nielsen es el rey de las parodias, entonces Anna Faris es la reina. Su nueva comedia titulada The House Bunny viene de la mano de la productora de Adam Sandler, Happy Madison, que ha tenido recientes éxitos como You Don’t Mess with the Zohan o 50 First Dates.
Shelley Darlington vive la gran vida: tiene ropa, carros, un lugar donde vivir de lujo y parrandas a todas horas, pues vive en el lugar más feliz del mundo, ¿Disney? Noooo. Shelley vive en la Mansión Playboy.
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Shelley, como toda buena conejita, tiene una aspiración: algún día llegar a ser la playmate del mes. Shelley ama a todos y todos aman a Shelley… hasta un día después de su cumpleaños 27. Verán, al parecer 27 años humanos son como 59 años en conejita. Así que mediante una carta del mismo Hugh Hefner (aparentemente) la echan de la casa y ahora Shelley no tiene en donde vivir.
Todo va cuesta abajo a partir de este momento para la pobre Shelley y después de pasar una noche en la cárcel, por azares del destino llega a una fraternidad de chicas que está por cerrar, pues no tienen suficiente membresía. Shelley toma el papel de su mentora y es aquí que comienza esta amena comedía.
La película se convierte en la travesía de siete chicas que cambian su apariencia y gustos para ser más «normales» pero llegan a un punto en donde pierden la perspectiva y se venden al mundo de la popularidad y estereotipos. Muy en el fondo se puede ver una graciosa manera de criticar a la sociedad consumista y su gusto por las cosas que van dentro de los patrones. Se ve como lastimosamente, para encajar en la cruel sociedad hay que realizar cambios a ser personas que no somos (y eso da miedo).
Al final de la película veremos si Shelley tendrá que decidir entre la fraternidad o ser la playmate del mes.
VEREDICTO: Una parodia ingeniosa que nos logra desestresar de los problemas de la vida diaria, no es una película de oscares, ni de premios, ni siquiera la comedia del año, pero nos hará pasar un buen rato riendo y viendo que las mujeres son más que una cara angelical con cuerpo esplendoroso. De los chistes que se disfrutan más es la forma que Shelley tiene de memorizar los nombres pues para esto utiliza una voz de asesino serial. También se aprecia la participación de Hugh Hefner y sus tres consortes, al igual que un cameo especial del Shaq Attack.
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