AstroCripta: Doraemon: La Lampara de las Historias de Miedo

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Seguro habrán escuchado alguna vez la frase “esto le pasó al amigo del amigo de un amigo” así como tratando de estar lo más lejos posible de la situación y no tener nada que ver con eso;  pues, casi siempre es lo mismo con las historias de terror que son contadas a la manera rudimentaria y más terrorífica posible, a la luz de una fogata, pero, ¿para qué acampar a la intemperie? si con los inventos de Doraemon se puede conseguir hasta lo inimaginable y recrear una escalofriante sesión. Creo que como muchos de ustedes en algún momento nunca me supuse una historia como la de Doraemon salpicada con toques de terror, sin embargo de eso también hay en la obra de Fujiko Fujio.

La curiosidad de Nobita muchas veces es atrevida, por querer hacer las cosas a su modo termina arruinando todo, es lo típico de él, un chico pre adolescente que no termina de encajar en un grupo de amigos en donde lo regular es que termine haciendo el ridículo y corriendo a pedir ayuda a Doraemon.  En este especial, “La Lámpara de Historias de Miedo” (Kaidan Rampu), no es la excepción; se trata de un remake de 2005 basado en el episodio 223 del mismo nombre que se emitió en Japón el 24 de agosto de 1979, y que también pudimos ver su emisión en Latino américa.

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Nobita necesita como siempre que alguien le resuelva la vida, se ha comprometido a participar en una reunión de miedo en casa de Gigante, la idea es que cada uno cuente su propia historia de terror, y el chico, que todo lo ve como un gran problema, espera a que la solución venga de otro.

A veces me pregunto si la preocupación más grande de Nobita es “no quedar en ridículo”…o “ser el mejor”, a todo esto, su madre sabe cuáles son las falencias de su hijo, pero ni siquiera ella puede ayudarlo. Allí es donde entra Doraemon, quien escucha a su amigo pedirle ayuda a su madre y no conseguir nada a cambio.

La lámpara de Historias de Miedo es quizás uno de los inventos más complejos que pudiera salir del bolsillo de Doraemon, y probablemente el más específico. Muchas veces he pensado que este gato es un peligro, y en su afán de patrocinar el capricho de Nobita, a la larga termina siendo un alcahuete y el culpable intelectual de los desaciertos del chico, aun cuando eventualmente existe una advertencia. La alternativa por lejos más fácil, usar esa lámpara y sorprender a los demás, siempre el camino más corto, la ley del menor esfuerzo; así, llega la noche y comienza la sesión.

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Al momento en el que cada quien cuenta su historia, la cobardía de Nobita se hace notar. Por cierto, me llama la atención de que cada historia de terror contada por los chicos tiene como protagonista a una mujer como el artífice del terror, esto es muy típico dentro de la tradición japonesa, la intervención de las Yurei. Gigante cuenta acerca de una mujer que fue asesinada por su esposo por romper un plato valioso y que se convierte en el tormento de éste, Shizuka narra acerca de un hombre que recibió posada por una anciana que resultó ser un Oni, y Tsuneo se refirió a la clásica leyenda de la mujer sin rostro. Al turno de Nobita las cosas comienzan a ponerse serias, la lámpara sale a relucir y todo lo que dice Nobita va ocurriendo a los alrededores de la habitación; platos rotos, voces de ultratumba y objetos que crujen, una experiencia “aterradora” que termina de una manera muy curiosa y que da sentido a todo…Entonces, ¿quién fue el ganador ?

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Es un episodio bastante entretenido aunque debido a su brevedad no ahonda en algunos conceptos que pudieron haber sido clave para darle mayor interés desde la perspectiva del terror, aunque tampoco esperaba asustarme con algo que tuviera que ver con Doraemon, y quizá esa no era la idea, sólo mostrarnos un escenario distinto al ya acostumbrado de episodios llenos de color para llevarnos a un momento de mayor intimidad entre amigos que disfrutan (no todos) de la charla en grupo mientras cuentan historias de miedo.

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