El miedo es una reacción química causada cuando nuestro cerebro percibe un peligro cercano, el cual puede manisfestarse de muchas maneras. Muchas personas experimentan el miedo en diferente medida y por diferentes estímulos, como por ejemplo ver una serpiente mientras caminas en un bosque, mirar hacia abajo desde una ventana en el piso 30 de un edificio o el trueno repentino de una puerta que se cierra por el viento. Todos estos son miedos razonables que afectan a personas a diario, las cuales agarran sustos inesperados y reaccionan de muy distintas maneras.
Los video juegos hoy en día no son ajenos al miedo y su valor en la trama de una historia. A mediados de los 90s, el sub-género “survival horror” (horror de sobrevivencia) se popularizó para describir aquel sentimiento de desamparo e impotencia en juegos donde entramos a una situación con pocas probabilidades de salir con vida. Conforme ha pasado el tiempo, los desarrollares de juegos han encontrado maneras más realistas de asustarnos, poniéndonos en lugares horrendos y controlando personajes que, de ser reales, probablemente se echarían al piso a llorar y esperar su lenta muerte.
Aunque reconozco que muchos de estos juegos lograron sacarme un susto o dos cuando los jugué, lo cierto es que pertenezco al grupo de personas que están aterrados de cosas que otros probablemente nunca verán como algo horroroso. ¿Qué pasa cuando aquellas cosas que para otros son normales, representan un problema para ti? Pues si eres como yo, seguro intentas quedártelas calladas para evitar burla y humillación.
Shadow of the Colossus (PS2), Animaniacs (SNES), Sonic The Hedgehog (Sega Genesis), La Sirenita (SNES), Aladdin (SNES), Kingdom Hearts (PS2). ¿Qué tienen en común todos estos títulos? Todos forman parte de mi infancia y adolescencia, en momentos donde jugaba mucho más que ahora y también era un poco más susceptible a lo que experimentaba en la pantalla.
Además, todos estos juegos tienen al menos una escena que involucra mis dos más grandes miedos en los video juegos: el agua y los villanos de Disney. Son miedos irracionales que vienen de cosas que no están en la pantalla mientras juego, pero que me impiden avanzar en varios momentos o incluso frenar completamente hasta tener a alguien en la misma habitación para hacer chistes y comentarios mientras trato de sobreponerme al miedo de lo que veo en pantalla.
En Sonic The Hedgehog, cuando pierdes regularmente es porque caes a un precipicio o pierdes todas tus argollas doradas. No hay problema, Sonic tiene una animación caricaturesca donde rebota de la pantalla y vuelves, pero en los niveles bajo el agua, la cosa se pone más tétrica. Cuando Sonic entra al agua hay una cuenta regresiva que comienza inmediatamente y no puedes verla. Es sólo cuando te quedan 5 segundos de aire que una música estresante comienza a sonar en el fondo y números del 5 al 1 comienzan a contar tu pronta muerte. Cuando la música acaba, Sonic no salta y rebota de la pantalla como cuando está fuera del agua, sino que se ahoga.
Esa fue una de mis primeras experiencias con el agua en los video juegos, lo cual me parece ridículo incluso a mi, porque es un miedo que no se repite cuando estoy en la playa flotando en el mar, sin saber si hay una medusa o algo nadando en el fondo bajo mis pies. Este miedo solo se reproduce en juegos como Kingdom Hearts, donde el mundo de La Sirenita te lleva al famoso barco hundido en el que vive un tiburón, que se esconde y espera el momento indicado para asustarte. El nivel de por sí ya era aterrador para mí por el hecho de estar en el fondo del mar y de no poder ver lo que está inmediatamente lejos, ya que en este nivel sólo puedes ver azul en el horizonte.
Esto me lleva a mi segundo miedo irracional más grande: los villanos de Disney. Cuando tenía 7 años, mis padres me llevaron a ver Aladdin en el cine. Amé ese filme a matar y todavía es mi animación favorita de Disney desde aquel día. Para los que no la han visto, el final del filme tiene la pelea entre Aladino y el villano Jafar quien primero se convierte en una víbora gigante con colmillos y ojos rojos, y luego se convierte en un genio malvado. Esta escena está en los primeros lugares de mi lista “tápate los ojos” y cuando jugué Aladdin en SNES supe que algo así tendría que pasar al final.
Lo mismo ocurrió con Kingdom Hearts, donde aparte de la escena que mencioné también está el hecho de que peleas contra Úrsula, Jafar y la Hidra de Hércules en batallas donde estos villanos ocupan toda la pantalla y son bastante horrorosos. Estas batallas las gané con mis hermanos viendo la pantalla y molestándose porque estaba tapando mi cara de vez en cuando y eso no es entretenido.
Al final, he logrado pasar la mayoría de los juegos que en algún momento me han dado miedo, superando mi miedo al agua virtual y las serpientes de Disney, pero ha sido un esfuerzo en conjunto con la gente que sabe de mi “debilidad” y que en algunos casos se divierte más viéndome sufrir para ganar. Al escribir este artículo hice una búsqueda en internet sobre mi problema (también como una forma de convencerme de que no estoy loco) y sobre si hay gente que lo experimenta también, y descubrí que el caso del agua virtual es un miedo irracional bien común, pero hay otros. Mucha gente expresó miedos como estar en la oscuridad dentro del juego, juegos donde hay muchos colores (cromatofobia) e incluso miedo a las alturas (Mirror’s Edge es infame con este miedo particular).
Tienes algún miedo irracional o algo que te de miedo y evites jugar?
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