Super Riviú: AnoHana

Anohana narra la historia de un grupo de amigos que se separan luego de la trágica muerte de uno de ellos, cuando estos eran tan solo niños.

Diez años después de este acontecimiento, Jinta “Jintan” Yadoni quien fuera el líder de este grupo de amigos, se ha convertido en un hikikomori. Esto quiere decir que Jintan no asiste a la escuela y se pasa la mayor parte del tiempo recluido en su propia casa, pero un día de verano empieza a ver lo que parece el fantasma de su amiga fallecida, Meiko “Menma” Honma y ésta le pide que le ayude a cumplir su deseo para que pueda por fin descansar en paz.

El problema está en que Menma no recuerda cuál era su deseo y de ese modo Jintan se verá obligado a reunir a la antigua pandilla, con todo el drama que esto conlleva, para así poder cumplir el último deseo de Menma y de paso ayudar a todos a sanar las heridas por la muerte de esta que ni el tiempo han logrado curar.

Anohana o Ano Hi Mita Hana no Namae o Boku-tachi wa Mada Shiranai, que se traduce como “Nosotros todavía no sabemos el nombre de la flor que vimos aquel día” es un anime de 11 episodios producido por A-1 Pictures para el bloque noitaminA de Fuji TV durante el 2011.

El anime fue transmitido desde el 15 de abril al 24 de junio de 2011 y su dirección estuvo a cargo de Tatsuyuki Nagai (Honey and Clover II, Toradora!). Una película basada en el anime para televisión y que cuenta la historia del anime desde la perspectiva de Menma fue estrenada en Japón el 31 de agosto de 2013.

Qué difícil es el lidiar con la perdida y más aún debe serlo cuando se es solo un niño y se sabe tan poco de lo que la muerte realmente representa. En torno a esto gira el argumento de Anohana, porque si bien el accidente que causó la muerte de Menma ocurrió 10 años antes del comienzo de la historia, el tiempo se detuvo aquel día para este grupo de amigos y las cosas nunca volvieron a ser como eran antes.

Aunque todos llevan todavía la herida que la muerte de Menma causó, el más afectado es nuestro protagonista, Jintan, quién pasó de ser un niño con ganas de comerse el mundo y alguien que podría haber logrado cosas grandes a un fracasado que ha desertado de la escuela y a quien el solo salir de su casa le causa gran ansiedad.

El resto del elenco lo conforman, Naruko “Anaru” Anji, que todavía mantiene una relación de casi amistad con Jintan, pero quien en secreto siempre estuvo enamorada de él. Anaru es presentada como una chica bastante influenciable que le sigue la corriente a sus amistades aunque esto le cause problemas, pero que en el fondo quiere volver a esos días de antaño y dejar de jugar al adulto.

Luego está Atsumo “Yukiatsu” Matsuyuki, un chico muy atractivo e inteligente que asiste a una escuela de elite y quien trata siempre de mostrase en control, pero que es uno de los más afectados por la muerte de Menma, de quien estaba enamorado; Chiriko”Tsuruku” Tsurumi, quien asiste a la misma escuela que Yukiatsu y es la callada del grupo. Tsuruko tiene sentimientos no correspondidos hacia Yukiatsu que éste no puede regresar al estar obsesionado con Menma.

Finalmente está Tetsudo “Poppo” Hisakawa, el que parece más alegre y menos afectado por el accidente de Menma del grupo, pero que en el fondo también se siente responsable por la muerte de la niña; no va a la escuela y se dedica a viajar por el mundo. Cuando niños, los chicos solían hacerse llamar los “Protectores de la Paz”, nombre inventado por Jintan.

Con la llegada del fantasma de Menma, que luce como una versión algo más madura de la niña que falleció 10 años atrás, el tiempo que se detuvo aquel día empieza a correr nuevamente y Jintan y los demás “Protectores de la Paz” deben comenzar a lidiar con los sentimientos que han mantenido reprimidos por tantos años mientras fingían que la vida seguía su curso.

Anohana es un anime que, a pesar del aspecto sobrenatural que la presencia de Menma trae, nos presenta un dilema muy humano. Es refrescante en un medio como es el anime, que muchas veces se apoya en argumentos poco realistas, ver un tema tan delicado el ser tratado con tanta sensibilidad.

Los protagonistas de Anohana llevan una doble vida mientras tratan de seguir adelante y nos enseñan que, a pesar del dolor de la perdida, la vida debe continuar. También es cierto que llevan el peso de la muerte de Menma sobre sus hombros y esto irremediablemente los ata al pasado. Jintan y el resto de sus amigos se han separado con los años y la amistad que tenían se ha deteriorado de tal modo que son prácticamente extraños.

En el comienzo, Jintan, no cree realmente estar viendo el fantasma de Menma, su mente racional diciéndole que debe ser una alucinación producto del estrés y por esta razón le llama a su presencia “la bestia del verano”, pero con el tiempo se da cuenta que Menma realmente ha vuelto y decide ayudarla a cumplir con su deseo aunque esto represente volver a interactuar con ese grupo de personas que más le recuerdan la persona que solía ser.

Los demás tampoco le creen de buenas a primeras y esto crea toda clase de tensiones mientras los sentimientos reprimidos por tantos años empiezan a aflorar entre ellos y descubren que todos cargan consigo un terrible sentimiento de culpa.

Anohana es uno de los pocos animes que puedo decir me han hecho llorar de principio a fin y es porque es muy fácil el relacionarse con su trama y el dolor de sus protagonistas. Esta serie es un retrato bastante realista de lo que es ser un adolescente, esa época de nuestras vidas donde todo es en apariencia más grande o importante de lo que realmente es y en donde no sabemos cómo lidiar con nuestros sentimientos.

Si Anohana nos enseña una lección es que no es posible empezar a sanar las heridas si éstas todavía siguen abiertas. Los padres de Menma son un claro ejemplo de esto, al igual que el padre de Jintan.

Los protagonistas de Anohana representan a esa juventud descarriada, que no tiene límites claros porque aquellas figuras de autoridad que deberían estar allí para protegerlos y guiarlos están tan rotos como ellos y, al no saber cómo enfrentar sus propios sentimientos, optan por ignorarlos.

En el aspecto técnico, Anohana tiene una animación muy por encima del promedio, con un cuidado al diseño de personajes cortesía de Masayoshi Tanaka. Se nota además la atención que han puesto a los paisajes y fondos.

La banda sonora es muy bonita. En especial me gusta la canción de cierre “Secret Base ~Kimi ga Kureta Mono~ (10 years after Ver.)” de Galileo Galilei. Los personajes de Anohana también están muy bien desarrollados al punto de que dejan de ser personajes de anime para convertirse en personas de carne y hueso, lo que hace del drama que están enfrentando algo mucho más real.

Anohana es uno de esos animes que te dejan exhausto emocionalmente después de verlos pero tienen una conclusión totalmente satisfactoria. A pesar de que Anohana tiende al melodrama, sobre todo en los últimos episodios, no por eso deja de ser uno de los mejores animes que he visto en mucho tiempo, que trata de cómo enfrentar la pérdida de un ser querido con mucho tacto y sensibilidad sin sentirse cursi o forzado. 

Al principio de la historia, todavía hay muchos malentendidos, celos, y más que todo mucho arrepentimiento, pero a medida que la historia avanza nuestros protagonistas irán descubriendo que parte de madurar es el aprender a perdonar no solo a otros sino a sí mismos por aquellas cosas que no se pueden cambiar para seguir adelante.

Anohana es un drama muy maduro y agridulce que también es sumamente recomendable.